Voz de Alerta

Guatemala es hermosa gracias a su tierra accidentada, pero justo eso que le provee belleza también es lo que la hace vulnerable a catástrofes. Justo yo vivo en un pueblo frente a tres volcanes inactivos pero a la par de mi casa pasa un rio que puede destruir cuando hay tormentas, las dos carreteras por las que podemos salir pueden quedar cerradas por derrumbes durante una fuerte lluvia, en fin vivir en Guatemala es una verdadera aventura.
En todo el mudo resonó Guatemala a causa de la erupción del volcán de Fuego y la catástrofe que provocó en las poblaciones más cercanas. Cabe mencionar que esto proveyó material suficiente para fuertes críticas contra el Gobierno de Guatemala por los nacionales y algunos internacionales también.
No es mi intención esclarecer o atribuir culpabilidad a ninguno, no pretendo acusar ni tampoco defender, sino más bien reflexionar juntos nuestra posición.
CONRED es la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres, su tarea es realizar alianzas con instituciones de Gobierno, privadas y también internacionales con el fin de reducir los desastres que afecten el desarrollo de la Nación. Entre estas instituciones se encuentra el INSIVUMEH (Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología) quien estuvo informando sobre la inusual actividad del volcán de Fuego, razón por la cual el Club de Golf La Reunión al tener acceso de dichos informes tomaron acción y evacuaron a sus huéspedes y empleados, fueron llevados a salvo cada uno de ellos no siendo así para las comunidades aledañas.
De nada sirve que llegue una voz de alerta después de que haya pasado la calamidad.
Surgen entonces preguntas, ¿cumplió CONRED dando la voz de alerta y tomó acciones para evacuar a las comunidades? Si ellos cumplieron ¿fueron los habitantes quienes no quisieron atender la voz de alerta?
Lo que es verdad es que no cambiaremos esa catástrofe buscando culpables. Todo esto nos debe llevar a pensar lo que Efesios 2:6-7 dice de la posición y tarea de la Iglesia: “Y juntamente con Jesús nos resucitó y así mismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venidero las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús”
Si decimos que somos la Iglesia de Cristo y Él es la cabeza, debemos responder con sinceridad la siguiente pregunta: ¿estamos dando la voz de alerta de lo que está por venir? Si calificamos de ineficiente a la CONRED ¿cómo podemos calificar la tarea de la Iglesia? Si no estamos en comunión con el Espíritu Santo no podremos alertar a los demás de lo que viene, es difícil estar en comunión con el Espíritu Santo estando en amistad con el mundo.
Debemos estorbar el pecado y no ser tolerantes, debemos predicar que Jesús está por venir, porque quienes sobrevivieron a la erupción del volcán de Fuego tarde o temprano volverán a enfrentar a la muerte pero los que tengan comunión con Jesucristo ya tienen vida eterna. La tarea de la Iglesia es dar esa voz de alerta y llevar a la humanidad a un lugar seguro; a la Roca que es más alta que nosotros.
Efesios 3:10 “Para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la Iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales”