Pequeñas Zorras Parte II

Creyendo verdades a medias. (Incredulidad)

Escribir esta segunda parte de este gran tema ha sido todo un reto ya que hay tantos pequeños males en nuestra vida cristiana que han echado a perder la gran oportunidad de caminar en la plenitud de Cristo, son cosas que de generación en generación se han transmitido desde los tiempos remotos del evangelio hasta el día de hoy, pero estoy convencido que esta es una nueva temporada en donde la gloria de Dios está siendo manifestada en una generación diferente, en una nueva generación que ama más Su Presencia que las cosas que puede ofrecer el mundo y por eso es que tenemos que ser más atentos, más astutos, más sabios, más estrategas pero sobretodo más íntimos con el Padre para que estás PEQUEÑAS ZORRAS que quieren venir a arruinar nuestros viñedos sean cazadas, ya que para ser un buen cazador se necesita práctica, disciplina, constancia, y toda habilidad de caza, porque las pequeñas zorras son complicadas de ver entre el viñedo.

Sentí del Señor hablar de este tema, porque resulta que hoy creemos más en las mentiras del Diablo que las verdades absolutas que la Palabra ofrece sobre el Reino de los cielos.

Mentira número uno.

La pobreza.

Hemos confundido el ser humildes con el ser pobres, cuando la verdadera humildad esta basada en la actitud de nuestro corazón, nunca en el estado económico en el que nos encontremos, es increíble ver la mentalidad con la que caminamos como cristianos criticando y envidiando la prosperidad del otro, al punto de condenarlo porque Él ha entendido la revelación de caminar como el hijo del dueño del oro y la plata.

La plata y el oro son míos. —Palabra del Señor de los ejércitos.

Hageo 2:8 RVC

Domingo a domingo vamos a la iglesia escuchando como es que el Señor quiere bendecirnos porque somos sus hijos, y esa verdad no sé vuelve real en nuestra vida porque creemos la verdad de esa palabra a medias, pero cuando el enemigo trae la mentira para contrarrestar esa verdad la creemos completamente, menospreciando las riquezas del Reino.

Y nos excusamos usando este pasaje:

porque la raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual algunos, por codiciarlo, se extraviaron de la fe y acabaron por experimentar muchos dolores.

1 Timoteo 6:10 RVC

La poderosa verdad de este pasaje, no es que las riquezas sean malas, lo malo es, AMAR dichas riquezas más que a Dios. Desde un principio el plan de Dios para el hombre siempre fue que caminara como rey, siendo buen administrador de todo lo que Él como padre preparó, porque, si no era ese el fin, ¿Para que el Edén para Adan y Eva?

Ahora muy bien, Dios desea que seamos prósperos en todo según el apóstol Juan:

Amado, deseo que seas prosperado en todo, y que tengas salud, a la vez que tu alma prospera.

3 Juan 1:2 RVC

Entonces la prosperidad es integral, al igual que la pobreza, porque no puedes decir que eres próspero solo en lo natural y en lo espiritual nada, recuerda que lo natural solo es la manifestación de lo que sucede en lo espiritual, entonces si eres pobre en lo natural quiere decir que en lo espiritual también.

Asi que, o caminas como hijo de Dios o simplemente no camines, recuerda que la palabra dice que no nos avergoncemos del evangelio; porque es poder de Dios, pero no seamos vergüenza para el evangelio también.

Cada vez que el enemigo quiera traer esta mentira, recuerda que eres hijo de Dios, heredero y coheredero con Cristo Jesús; y conforme a sus riquezas en gloria el Señor desea prosperarte, y que la moneda del Reino es la fe. La fe es la llave para abrir las ventanas y las puertas del cielo para nosotros.

Mentira número dos.

La Enfermedad.

Esta es una de las mentiras más comunes con las que caminamos como pregoneros de la buena nueva, usando a Dios como el autor de dichos males.

No encuentro un pasaje en la biblia donde Dios diga que las enfermedades son dadas por Él para prueba nuestra, ¡Cómo es posible que digamos esto! Que grandes incrédulos nos hemos vuelto, menospreciando la verdad de la Cruz.

La Palabra de Dios dice:

Pero él será herido por nuestros pecados; ¡molido por nuestras rebeliones! Sobre él vendrá el castigo de nuestra paz, y por su llaga seremos SANADOS.

Isaías 53:5 RVC

Entonces, ¿por qué no creer está verdad? ¿Que es más fácil, creer en tu sanidad o caminar en la enfermedad? Vaya, lo preguntaré de otra forma, ¿O le crees a Dios o le crees al diablo? Asi de fácil, déjame decirte que; ¡no existe un INTERMEDIO!. Sí a Dios no le interesará tu salud no hubiera enviado a Jesús a morir en una Cruz, o para hacerlo más claro aún, no hubiéramos visto a Cristo Jesús sanando enfermos.

Jesús recorría toda Galilea. Enseñaba en las sinagogas de ellos, predicaba el evangelio del reino, y sanaba toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Su fama se difundió por toda Siria, así que le llevaron a todos los que tenían dolencias, a los que sufrían de diversas enfermedades y tormentos, y a los endemoniados, lunáticos y paralíticos; y él los sanó.

San Mateo 4:23‭-‬24 RVC.

Hemos dejado que la enfermedad sea común en nuestra vida, al punto de dejarnos morir en nuestro lecho de comodidad y conformismo, así que ¡No más!

Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan!

San Mateo 7:11 RVC.

Qué padre en su sano juicio le inyecta a uno de sus hijos la peor de las enfermedades para enseñarle una lección, ¡Ninguno! Entonces no dejemos que la mentira del enemigo nos engañe asumiendo que Dios es el autor de nuestros males, cuando la verdad absoluta de la Palabra nos enseña todo lo contrario, quitemos la incredulidad sobre lo Sobrenatural de Dios y abracemos en fe nuestro milagro.

Sé que hay muchos más pequeños males, quizás algunos mencionados aquí los hemos visto o algunas veces nos ha tocado lidiar con ellos, pero algo si es seguro es que si no son tratados a tiempo destruirán más de lo que creemos, pueden parecer cosas mínimas e insignificantes y nada graves, pero al final arruinan los grandes viñedos dice la Palabra.

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Luis Fernando

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