Olor fragante

Leyendo mis notas encontré este devocional que hace tiempo prepare para compartir en mi iglesia, pero debido a unos cambios ya no pude hacerlo, pero esta vez quiero compartirlo contigo, y sé que tendrá el mismo impacto que iba a tener la primera vez que lo escribí.

Investigando un poco sobre las ofrendas en los tiempos del Antiguo Testamento pude averiguar qué las ofrendas se dividen en dos clases:

  • Ofrendas de olor grato, la cuales eran presentadas por los adoradores.
  • Ofrendas por el pecado, las cuales eran presentadas por aquellos que habiendo pecado, tienen que ser restaurados a la posición de adoradores.

Y es increíble cómo las ofrendas de olor grato representan la perfecta ofrenda que Cristo hizo de sí mismo a Dios por nosotros, y lo podemos ver en el siguiente pasaje:

Demos gracias a Dios, quien por medio de Cristo nos lleva siempre en su desfile triunfal. A través de nosotros, esparce por todas partes el conocimiento acerca de él, como si fuera una suave fragancia. Nosotros somos el incienso de suave fragancia que es ofrecido a Dios por medio de Cristo. Esa fragancia se esparce entre los que se salvan y entre los que van por el camino de la destrucción.

2 Corintios 2:14‭-‬15 PDT

Todo olor fragante pasa por un proceso de elaboración y combinación de elementos. Y para ello podemos leer Éxodo en sus capítulos 34 a 38 y ver a detalle como debia ser el lugar donde se llevaría acabo cada ofrenda y sacrificio en honor a Dios, y no solo eso, sino también para el incienso que sería ofrecido.

Para tener un ejemplo un poco más actual viene a mi mente el aroma del café el cuál es muy agradable, pero para que lo podamos disfrutar en su plenitud debe llevar un proceso, desde la respectiva cosecha hasta llegar a nuestra cafetera y beberlo gustosamente caliente en nuestra taza favorita.

Todo lo que hacemos y dejamos de hacer, es para honrar al Señor y no lo hacemos para buscar la aprobación de los hombres, y mucho menos para jactarnos de lo «santo» que somos, ya que como seres humanos estamos dados a estar juzgando y cuestionando lo que otros hacen, y muchas veces nos gana el ego que dejamos de ver la esencia de esto como lo hicieron los judíos con la mujer que derramó el perfume caro en Jesús según Mateo 26:6-13.

Y como podemos darnos cuenta parte de llegar a ser este olor fragante es rendir mi voluntad, por hacer la voluntad de Dios.

En fin, hermanos, piensen en todo lo que es verdadero, noble, correcto, puro, hermoso y admirable. También piensen en lo que tiene alguna virtud, en lo que es digno de reconocimiento. Mantengan su mente ocupada en eso.

Filipenses 4:8 PDT

Y vivan amando a los demás, siguiendo el ejemplo de Cristo, que nos amó y se entregó por nosotros en sacrificio, como ofrenda de perfume agradable a Dios.

*Efesios 5:2 NBD*

Ser ese perfume agradable a Dios es un estilo de vida, no solo para cuando voy a la iglesia o me acuerdo que debo serlo. Nuestro testimonio, actuar, hablar y obediencia, son ese olor fragante que agrada a Dios, sin importar que pase a nuestro alrededor, las aflicciones o circunstancias no deben opacar esa fragancia, sino al contrario deberían de ser la combinación perfecta para mejorar la fragancia, porque eres un adorador y no solo un simple espectador.

Un abrazo con mucho cariño y de verdad estoy convencido que este devocional será bendición para tu vida, no dejes de compartirlo con alguien y que sea ésta una forma en la que puedas dar testimonio de lo que Dios está haciendo en tu vida.

Comparte
Imagen por defecto
Luis Fernando

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *