«Morir para vivir»

“Mi antiguo yo ha sido crucificado con Cristo. Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Así que vivo en este cuerpo terrenal confiando en el Hijo de Dios, quien me amó y se entregó a sí mismo por mí”-Gálatas 2:20
Inicio estás líneas con este pasaje, porque es como un lema registrado en mi corazón este tiempo, cada día mi oración es: ¡Señor que hoy muera un poco más para que crezcas tú en mi!
Al inicio de este año perdí a una de mis mejores amigas. Un domingo por la tarde mientras terminaba unos días de descanso me llamaron para decirme que había fallecido, todo fue tan repentino e inesperado que me ha costado mucho asimilarlo, el proceso ha sido difícil; pero en medio de todo hay mucho gozo en mi corazón porque sé que está en la presencia de nuestro Dios. Desde el día que ella ya no está no he dejado de pensar en lo que era y todo lo que hizo en su paso por esta tierra. Una mujer de Fe inquebrantable, valiente, sin temor a nada, con un profundo amor por la presencia del Señor, sobretodo ella dio su vida para servir y mostrar el amor de Jesús a otros, era tan increíble, jamás habrán palabras que puedan describirla.
Leí muchos comentarios acerca de ella y todos coincidían en lo mismo «Ella vivió para servir y amar a otros como Jesús! Entonces esto me llevó a hacerme estos cuestionamientos: “¿Estoy viviendo para mostrar a Jesús realmente? ¿Si muriera hoy que dirían de mí? ¿ Por qué y para que estoy aquí?
Mateo 16:24-28 «Luego Jesús dijo a sus discípulos: «Si alguno de ustedes quiere ser mi seguidor, tiene que abandonar su manera egoísta de vivir, tomar su cruz y seguirme. 25 Si tratas de aferrarte a la vida, la perderás, pero si entregas tu vida por mi causa, la salvarás. 26 ¿Y qué beneficio obtienes si ganas el mundo entero pero pierdes tu propia alma? ¿Hay algo que valga más que tu alma? 27 Pues el Hijo del Hombre vendrá con sus ángeles en la gloria de su Padre y juzgará a cada persona de acuerdo con sus acciones. 28 Les digo la verdad, algunos de los que están aquí ahora no morirán antes de ver al Hijo del Hombre llegar en su reino».
Jesús es nuestro MAYOR ejemplo de lo que es DAR su vida por otros, han pasado más de dos mil años y Él sigue cambiando y restaurando vidas.
Tenemos que hacer una pausa a todo lo urgente y meditar si nuestras vidas están siendo utilizadas para establecer el reino de Dios aquí en la tierra o sólo estamos viviendo a nuestros propios planes y deseos, porque si es así hemos entendido mal el concepto de cristianismo olvidando que mi mejor vida aquí la vivo cuando me enfocó en la vida que me espera después.
Cada día debemos estar crucificados con Cristo para hacer la voluntad de su corazón y que se pueda ver lo que Él es a través de nosotros.
–“El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo”- 1 Juan 2:6
Así que te animo a que este año empieces a hacer eso que Dios ha puesto en tu corazón, empieza a accionar los sueños que Él ha puesto en ti para bendecir a otros, no importa que tan locos y grandes sean para Dios no hay nada imposible y más si encuentra gente dispuesta a todo. Vivamos para ser recordados siempre,para que las palabras de otros sean:»En todo lo que haces veo a Jesús» marquemos una diferencia en nuestra generación. Hagamos lo que Él haría, amemos lo que Él ama y muramos para vivir su vida.
-“Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”- 1 Juan 2:17
¡Dios te bendice!