La Voz que siempre está hablando

Todo ser humano tiene la necesidad de ser escuchado y también de escuchar, pero aún más, todos necesitamos escuchar la voz de Dios, diciéndonos que hacer o que no hacer. De alguna manera estamos inmersos en consejos como: “sigue a tu corazón” o “solo se vive una vez” y tomamos las decisiones con consecuencias inciertas.
En el año 2013 mi necesidad de escuchar a Dios era muy fuerte. No es que no tenga la necesidad de escuchar a Dios hoy en día, es que estaba frente a una de las decisiones mas importantes de mi vida y realmente quería saber qué hacer. Y en esos momentos no pude escuchar a Dios como hubiese querido. Y digo “hubiese” porque después de ocho años puedo confirmar que Dios me habló, porque aun cuando permanece en silencio, Él está comunicándose.
Aprender a escuchar a Dios no se aprende como un curso de 3 meses para aprender alguna cosa, es un proceso de toda la vida, que nunca termina y que cada día podemos experimentar formas extraordinariamente distintas de escuchar Su Voz. No es que sea un experto en el tema, y tampoco quiero presentarme así, pero después de un tiempo quiero compartirte en esta pequeña publicación las maneras en las que he escuchado la voz de Dios en mi vida y que tal vez tu puedas experimentar en tu día a día.

- A través de situaciones.
No es necesario escuchar la voz de Dios audiblemente para saber que Dios está hablándonos, Él usa diferentes maneras para hacerlo y una de esas son las situaciones por las que pasamos. Hay veces donde las situaciones son adversas, y no es que Dios las “haya mandado” sino que son cosas que todos hemos pasado o vamos a pasar. No quiero ponerte ejemplos, tu sabrás esas situaciones porque en el fondo de nuestro corazón, nuestro espíritu sabe que Dios está comunicando un mensaje. Hay otras veces que las situaciones son favorables. Días en los que existe algo diferente, el cielo está mas azul o el cielo gris está más frio, pero en el fondo de tu corazón Dios te está hablando, diciéndote que te ama, que Su Amor por ti no cambia, que Su Fidelidad es para siempre. Son esos días, son esas situaciones que Dios usa para comunicarte este mensaje. ¿Ya lo has experimentado? El viento frio en un día caluroso, la lluvia que refresca, el sol que te muestra su calor, las flores y rosas que te dan aroma, recordándote la dulcera de Él. Toda la creación está manifestando la Gloria de Dios. Los cielos cuentan Su gloria y el firmamento la obra de Sus manos relataba el salmista en Salmos 19:1 RV1960.
2. A través de las personas.
Directa e indirectamente, Dios puede usar a las personas para hablarte. Incluso, en el Antiguo Testamento, La Biblia nos narra que Dios usó a animales para transmitir un mensaje.
Tal vez sea el consejo de un amigo, tal vez la voz de Dios la puedas escuchar con el consejo de tu madre, o la reprensión de tu padre. Tal vez el mensaje de Dios sea esa Palabra que escuchaste en una predica el domingo o en algún podcast. Otras veces, Dios está hablando indirectamente con las personas que te rodean. Experiencias que pasan, procesos que viven, vivencias que les han dejado un gran aprendizaje. En fin, realmente Dios puede usar a las personas para trasmitir su mensaje.
3. A través de Su Palabra:
Esta es la manera más segura de escuchar Su voz, porque todas las formas en la que podamos creer que Dios nos habla deben ir basadas en Su Palabra. La Biblia es la revelación de Dios al hombre. Todo que Dios quiere que sepamos está ahí. La Biblia como la conocemos hoy en día es un milagro. Años de persecución, mártires dando todo por cuidar la veracidad para que hoy en día la tengamos disponible en cualquier lugar. Pero la manera en cómo nos abocamos a ella tiene mucho que ver porque si lo hacemos de la manera incorrecta caemos en la mala interpretación y podemos desviarnos de la verdad.
No lo hago cada vez que leo la Biblia, pero mi oración es que cada vez que abra la Biblia sea el Espíritu Santo que me revele lo que tenga que entender. Le pido a Dios que no sean mis emociones, que no sean mis estigmas o mis preconceptos, sino que sea Él quien me revele lo que tengo que escuchar para mi corazón. Y me encanta saber que la Biblia es “Dinámica”, ósea que siempre tiene algo nuevo que decir, aun si hemos leído ese versículo unas diez veces, Su Palabra tiene algo nuevo que decir.
Aprender a escuchar Su voz no es un arte que se aprende de la noche a la mañana, es un proceso de toda la vida, donde cada día tenemos la oportunidad de perfeccionar nuestro oído y nuestro corazón. Siempre me gusta poner el ejemplo de la radio. Casi no la escuchamos hoy en día, pero para que la Radio pueda funcionar bien, necesita que exista un receptor y un convertidor para que el audio y mensaje sea dado de la mejor manera. Así mismo es la voz de Dios. El Salmo 19 dice que “su mensaje se ha difundido por toda la tierra y sus palabras, por todo el mundo” entonces lo que hace falta son receptores, es decir corazones que puedan recibir Su mensaje y tomarla en Su Corazón y creerla para ponerla por obra.
Hoy te animo a que no te frustres sino puedes escuchar Su voz de la manera que quieres. Quiero animarte a que cada día te levantes con la expectativa que Él tiene una Palabra fresca y nueva para tu vida, Recuerda esta promesa para tu vida y no olvides que Él está guiando tu vida.
Tus oídos lo escucharán. Detrás de ti, una voz dirá: «Este es el camino por el que debes ir», ya sea a la derecha o a la izquierda. Isaías 30:21 NTV