La Voz que Habla

Basado en Aiden W. Tozer, en La Búsqueda de Dios.
En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el verbo era Dios.
Juan 1:1
Dios desea hablar y comunicar sus pensamientos por medio de su Palabra. Pensar en el Hijo de Dios (Jesús) como la Palabra de Dios, diremos que Dios está hablando a través de Él, no solo que habló en el pasado, sino ahora.
Habla continuamente por medio de la naturaleza; el mundo está lleno de su voz.
Sabemos claramente que la Biblia es la palabra escrita de Dios, y eso significa que en algún sentido está confinada a los límites del papel, tinta y cuero, pero la voz de Dios es viva, libre y soberana. La voz de Dios está contenida en la Biblia, eso la hace poderosa.
La voz de Dios trasciende la pasta y el papel.
Va más allá, que en su gracia y bondad, nadie puede decir que no ha oído la voz de Dios, a continuación dos ejemplos de cómo Dios habla gratuitamente al hombre.
«Mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles, o defendiéndoles, sus razonamientos»
(Romanos 2:15).
«Porque las cosas invisibles de él, su eterna potencia y divinidad, se echan de ver desde la creación del mundo, siendo entendidas por las cosas que son hechas, de modo que son inexcusables»
(Romanos 1:20).
En Proverbios 8, se nos habla de la (Sophía) sabiduría de Dios, que grita en las calles a todo hombre y mujer, lo que pide la sabiduría de Dios es atención espiritual, la tragedia consiste en que nuestro bienestar eterno depende de nuestro oír, y hemos enseñado a nuestros oídos a no escuchar.
Esta voz universal ha resonado siempre está hablando, pero estamos demasiado ocupados para prestar atención.
La voz de Dios es amistosa.
El estereotipo sobre el cual nos acercamos a Dios es el de asustarse cuando se le oye, obviamente esta voz amistosa de Dios, la buena voluntad de los cielos y la tierra está cubierta perfectamente con el sacrificio expiatorio de Jesucristo.
«Por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud, y por él reconciliar todas las cosas consigo, así las que están en la tierra como las que están en el cielo, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz»
(Colosenses 1:19-20).

Ante nuestra sociedad cuyo afán es el estrépito es necesario que estemos tranquilos y en silencio para oír la voz de Dios, lo mejor es que estemos con nuestra Biblia abierta ante nosotros. Dios habla, pues la segunda persona del Dios Trino es llamada La Palabra, La Biblia es el resultado de continuo hablar de Dios, si queremos conocer a Dios, podemos abrir nuestra Biblia con la seguridad de que nos hablará, pues no es una cosa, es una voz, una palabra, La Palabra del Dios vivo.
Señor, enséñanos a escuchar, en medio de nuestros tiempos que son tan ruidosos, y que estamos hartos de gritos y sonidos, te pedimos que nos des el don de Samuel que dijo “habla, Señor, que tu siervo oye”. Permítenos oírte hablar a nuestro corazón, y haz que nos acostumbremos al sonido de tu voz. Amén.
Ánimo @jameasssss