La dirección de Dios

Hay momentos en la vida que atravesamos ciertas crisis, problemas, desiertos, procesos o pruebas no se particularmente en cuál te encuentres pero déjame decirte que te entiendo.

Yo también pasé por un momento así en el que ni yo entiendo qué pasa y ya no preguntó porqué simplemente no entiendo que quiere Dios de mí. Así arranqué sin entender bien dónde Dios me quería, cuál era mi propósito en la vida. Porque cuando termine la secundaria parecía muy claro cuál era mi propósito y depronto ya no. Pero también aprendí algo de un libro de Rick Warren que decia (lo parafraseo), que Dios nos saca de los lugares donde no estamos dando frutos para ponernos en un lugar donde si demos frutos y quizás nos este podando y sacando no solo lo feo sino también lo lindo, sea un trabajo, una carrera, una oportunidad en algo que estés haciendo para Dios. Nosotros en nuestra ignorancia creíamos que estábamos dando frutos pero quizás no para Dios. Como dice:

Juan 15: 1, 2, 4 y 5

1 Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.

²Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.

⁴Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
⁵Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.

Está más que claro, me costó mucho entenderlo y todavía me cuesta pero a pesar de que perdí el control de la situación también entendí que no soy autosuficiente, que Dios es el que maneja las riendas de mi vida y después de luchar tanto por no hundirme en el barco le cedí el control y entendí que nadie mejor que él para saber que hacer. Así que no desesperes seguí orando, seguí creyendo a Dios y a sus promesas y entregale todo.