El Rey Pide

¿Alguna vez has jugado el rey pide? Es un juego que acostumbraba jugar de pequeña, en donde uno de los jugadores designado rey tenía que decir “el rey pide…” y mencionar un objeto, y todos debían correr a conseguirlo; sin embargo, no debían conseguir los objetos si el rey no decía “el rey pide” y solo mencionaba el objeto.

Qué fácil sería saber exactamente lo que debemos hacer con una frase antes de la orden, que nos hiciera diferenciar si deberíamos hacer algo o no; bajo esos términos, qué fácil sería obedecer a Dios. ¿no?

Hay una historia en donde Moisés debe mantener las manos levantadas para que el Pueblo de Israel pueda ganar una batalla y está tan cansado de tenerlas levantadas que dos personas tienen que sujetarle los brazos para que sus manos no bajen y pierdan. (Éxodo 17:11)

¿Será que hubieran podido ganar la batalla si Moisés no hubiera considerado importante un acto tan simple como mantener las manos levantadas? Me parece que no, tenía que mantener la fe en que Dios los iba a librar.

Todos nosotros hemos pasado por situaciones en donde nos preguntamos qué decisión es la correcta y muchas veces no nos damos cuenta que la respuesta esta en obedecer a Dios. La Biblia está llena de sabiduría y consejos para tener una vida próspera y que le agrade a Dios, y el Espíritu Santo en nuestras vidas es el que nos dice directamente lo que debemos hacer y cuándo hacerlo en obediencia a Dios.

Obedecer a Dios no siempre significa realizar actos enormes y trascendentales, también significa vivir todos los días como el quiere que vivamos y es de su mano y bajo su guía en donde realmente conseguimos obedecerlo.

Ya sea pedirle perdón a alguien a quien no consideramos deberle nada, ya sea escribirle mensajes de ánimo a personas que sabemos que están pasando por cosas difíciles o mantener las manos levantadas hasta que dejemos de sentir los brazos durante una batalla, nuestra confianza y nuestro primer acto antes de actuar en todo debe ser preguntarle al Rey qué es lo que pide, qué es lo correcto y obedecer solo si el Rey lo pide.

Te animo hoy a acercarte más a Dios, a conocerlo, a amarlo y dejarte amar por Él. Hoy más que nunca necesitamos ser llenos de Dios, necesitamos depender solo de Dios, necesitamos vivir en obediencia como hijos de Dios, porque una de las muchas formas de amar a Dios es obedecerlo y disfrutar de todas las consecuencias que Dios promete al hacerlo.

Sigan por el camino que el Señor su Dios les ha trazado, para que vivan, prosperen y disfruten de larga vida en la tierra que van a poseer.

Deuteronomio 5:33

Le contestó Jesús: —El que me ama, obedecerá mi palabra, y mi Padre lo amará, y haremos nuestra vivienda en él.

Juan 14:23

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carmenmariapm

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